ACTO PRIMERO
Salen a un tiempo por dos puertas Abindarráez y Jarifa. Sin verse.
Abind. Verdes y hermosas plantas,[6]
Que el sol con rayos de oro y ojos tristes
Ha visto veces tantas
Cuantas ha que de un alma el cuerpo fuistes;
Laureles, que tuvistes
Hermosura y dureza:
Si no es el alma agora[7]
Como fué la corteza,
Enternézcaos de un hombre la tristeza,[8]
Que un imposible adora.
Jarifa. Corona vencedora
De ingenios y armas, Dafne, eternamente
Por quien desde el aurora
Hasta la noche llora tiernamente
El sol resplandeciente:
Si no habéis de ablandaros
Al són del llanto mío,
¿De qué sirve cansaros,
Y mi imposible pretensión contaros,
Que al viento sólo envío?
Abind. Claro, apacible río,
Que con el