: Mary-Alice Jafolla, Richard Jafolla
: El modelo de Lázaro Secretos antiguos para la curación y la paz interna
: Unity Libros
: 9780871597458
: 1
: CHF 9.60
:
: Lebensführung, Persönliche Entwicklung
: Spanish
: 155
: kein Kopierschutz
: PC/MAC/eReader/Tablet
: ePUB
Los autores, Mary-Alice y Richard Jafolla, desarrollaron seis pasos basados en la historia de Lázaro que son efectivos para superar cualquier reto.

Primer Paso


Dale la espalda


“Estaba enfermo uno llamado Lázaro, de Betania,

la aldea de María y de Marta, su hermana. …

Enviaron, pues, las hermanas a decir a Jesús:

—Señor, el que amas está enfermo. … Cuando oyó, pues, que estaba enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba.

Esta escena ocurre en un jardín polvoriento y seco. El único movimiento en el aire caliente proviene de las abejas que hacen su trabajo silencioso visitando las flores. Dentro de la casa sencilla, a la orilla del jardín, un hombre yace grave-mente enfermo. Desesperadas, sus dos hermanas envían un mensaje urgente por ayuda a un amigo que se encuentra a muchas millas de distancia. El amigo tiene fama de sanador. Ellas creen que él puede salvar a su hermano, mas este amigo parece ignorar la petición desesperada de las hermanas y se queda dónde está …¡dos días más!

Una respuesta desconcertante


Es fácil reaccionar a una situación grave o urgente con temor, pánico o ansiedad. Nuestro mundo se inclina sobre su eje y todo parece girar alrededor de “eso malo” que ha ocurrido. Hasta podemos permitirle que tome el control de nuestras vidas.

Ahora compara esto con la reacción del amigo de Lázaro. No solamente parece no darle importancia a la urgencia, sino que le da la espalda y ¡continúa con lo que estaba haciendo antes de que los mensajeros llegaran!

Las personas quienes leen la historia de Lázaro a menudo se desconciertan por la decisión de Jesús de ignorar la situación precaria de sus amigas y se preguntan,¿Por qué no va inmediatamente? Los discípulos y los otros quienes estaban con él ciertamente están desconcertados por su respuesta. He aquí a Jesús, un hombre con la fama de gran sanador, recibiendo una petición urgente de sus amigas, Marta y María. Ellas lo necesitabanahora. Su amigo Lázaro, hermano de ellas, está gravemente enfermo, y las dos hermanas creen que Jesús puede sanarlo si viene a Betania de inmediato.

Pero por el contrario, el sanador famoso —la persona quien podría salvar a Lázaro— no se mueve. De hecho, deliberadamente se queda donde está dos días más. ¿Por qué? ¿Qué sucede? ¿No se da cuenta del tiempo que los mensajeros han tardado en llegar a él para darle el mensaje, y que entretanto Lázaro podría haber empeorado todavía más? ¿Es posible que a él realmente no le importe su amigo Lázaro y piense que cosas más importantes están sucediendo donde él está? ¿Ocurre algo más detrás de lo obvio?

No alimentes las malas hierbas


Al quedarsedos días más en el lugar donde estaba, Jesús estableció el primer paso y el más fundamental para tratar con cualquier tipo de situación indeseable —darle la espalda. No morar en ella.

¿Parece ridículo o hasta imposible en tu situación? A continuación por qué no lo es, y por qué es absolutamente esencial que por lo menos lo pongas a prueba.

Por supuesto que debes hacer las cosas que necesiten hacerse para mejorar tu situación. Eso es obvio. La lección no es “no hagas nada por ello”. La lección es “nomores en ello”.

No te libras de la mala hierba fertilizándola, ni de situaciones negativas alimentándolas con la energía de tus temores. Mientras más enfoques tu atención en el problema, fertilizándolo con pensamientos y emociones negativos, más fuerte y obstinado se torna. Y, mientras más fuerte y obstinado, más se hace cargo de tu vida. Morar en el problema no te ayuda a librarte de él. Por el contrario —sólo aumenta su poder. No solamente crece, sino que sus raíces destructivas se profundizan cada vez más en tu vida, ahogando pensamientos más positivos y constructivos, así como las malas hierbas en un jardín ahogan los vegetales y las flores.

Si permites que la situación te absorba, te conviertes en un prisionero de tus pensamientos. Cuando te preocupas constantemente por el problema y le permites que domine tu vida, dicho problema está en control, y no tú. Y, mientras más en control esté el problema de la situación, más impotente te sentirás tú.

Como estás a punto de descubrir —la buena noticia es que tu vida no tiene que ser así.

¡Peligro —arena movediza!


Piensa en un hombre atrapado en arena movediza. Mientras luche por salir de ella, nunca lo logrará. Al batallar con el problema, se convierte en parte de él. Lo primero que debe hacer es dejar de luchar, porque luchar sólo hace que se hunda más. Necesita algo en tierra firme de lo cual pueda agarrarse para salir, o alguien parado en tierra firme que lo pueda halar.

No puedes solucionar un problema sintiéndote abrumado por él, porque vives en él y luchas con él a toda hora. Tienes que sobreponerte a él, verlo desde una perspectiva más elevada. Esperar solucionar un problema desde el mismo nivel del problema es un callejón sin salida.

No te lleva a ninguna parte.

Por cierto, ¿qué pasa si alguien salta en la arena movediza para ayudar? Esa persona también se convierte en parte del problema. Esto es lo que sucede si tienes amigos quienes en realidad te ayudan a mantenerte en el problema, permaneciendo en él contigo y recordándotelo constantemente. Se hunden contigo en la situación y, como resultado, permaneces donde no deseas estar. Estos amigos no son ninguna ayuda en este nivel. Ningún problema es resuelto cuando tú y ellos buscan la solución en la “arena movediza”.

La solución a un problema nunca se encuentra en el nivel del problema.

Recuerda, la buena noticia es que tu vida no tiene que ser de este modo. Al continuar en este capítulo, aprenderás el secreto de cómo “dar la espalda”. Primero leerás lo que tienes que hacer. Luego aprenderás cómo hacerlo.

Aplicación de la historia


¿Cómo se aplica todo esto a tu situación? Veamos los versículos originales al principio de este capítulo y comencemos con María y Marta, las hermanas de Lázaro. Ellas son quienes enviaron por ayuda. A pesar de la gravedad de la enfermedad de su hermano, todavía creían que podía ser superada. Así que puedes ver a María y a Marta como representantes de esa parte de ti que cree que todavía algo o alguienen alguna parte puede ayudar.

María y Marta muy probablemente simbolizan tu clamor por ayuda. Este clamor puede ser manifestado como oraciones, visitas a doctores, abogados, consejeros o cartas a las compañías de seguros. También puede ser implorar el apoyo de tus amigos y seres queridos. El hecho de leer este libro puede ser un clamor de ayuda. Lo cierto es que algo que es muy importante para ti no parece estar bien —te lastima de alguna manera—y buscas desesperadamente superarlo.

Así que la parte de María y Marta en ti sabe que todavía hay esperanza y que las cosas no son imposibles después de todo. María y Marta son parte de ti —quizás una parte muy pequeña en este punto—esperanzadas en la creencia de que no es demasiado tarde. Algo todavía puede hacerse.

¿Qué piensas de sus palabras:“… el que amas está enfermo”?

¿Podría ser otra manera de decir que cierta cosa o situación en tu vida —algo por lo que te interesas y que valoras grandemente— está “enfermo”, te perturba? ¿Lo “enfermo” podría ser tu cuerpo o tus finanzas, o podría ser tu angustia por la salud o las acciones de un ser querido, o quizás una gran soledad? Cualquiera que sea tu “enfermo”, está lo suficientemente grave como para que busques ayuda.

Y representa algún aspecto deti.

Un mensaje a tu subconsciente


ElPrimer Paso del modelo contenido en la historia de Lázaro requiere que estés consciente de la condición o situación que deseas vencersin elevarla a la posición más eminente en tu mente. En vez de morar en ella, toma la decisión de estacionarla en un rincón discreto de tu mente y sacarla de paseo por corto tiempo cuando necesites trabajar en ella. Oblígate a darle la espalda; y continúa llevando a cabo tus actividades lo mejor que puedas. Sabemos que es difícil, mas otros lo han hecho. Y tú también puedes hacerlo.

“… Cuando oyó, pues, que estaba enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba”. Claramente, la historia demuestra lo importante que es darle la espalda al...