Capítulo I
El ser humano espiritual
GÉNESIS 1
La palabragénesis significa “fuente” u “origen”. Señala un nuevo nacimiento y la perfección del ser humano en regeneración. La ley de la generación es, indudablemente, uno de los misterios de la conciencia humana. Los seres humanos han intentado revelar con relativo éxito casi todo secreto de la naturaleza, mas del origen de la vida, comparativamente, no saben nada. Con respecto a la vida encontramos que las señales dadas por nuestra experiencia apuntan a la inteligencia y a la fuerza. En otras palabras, la vida no surge a menos que esté equilibrada por la inteligencia.
El ser humano busca constantemente el origen tanto del universo como de sí mismo. Pero casi toda su investigación de naturaleza científica ha tenido lugar en el plano material. Como regla, ha atribuido el comienzo de la materia a los átomos y las células, pero hay mucho que lo ha eludido por ser invisible al ojo de los sentidos. Ahora estamos comenzando una investigación científica en el plano de la mente acerca del origen de todas las cosas. Decimos “científica” porque los descubrimientos que proceden de una comprensión correcta de la mente y sus potencialidades puede organizarse ordenadamente y porque se prueban a sí mismos por la aplicación de sus leyes.
Lo que dice el libro del Génesis en forma de alegoría puede ser reducido a ideas, y estas ideas pueden ser llevadas a cabo por la guía de las leyes mentales. De aquí que la comprensión correcta de la mente, y especialmente de la Mente Divina, es la única clave lógica para una comprensión de los comienzos del ser humano y del universo. En este libro explicamos muchos símbolos e interpretamos sus significados, así que cualquiera que se dé a la tarea, puede comprender y también aplicar, para su desarrollo, las reglas y leyes por las cuales las ideas se relacionan unas con otras y descubrir cómo son incorporadas en la conciencia del ser humano, dándole así la llave para el desarrollo de las ideas primeras implantadas en él desde el principio.
Lo que es verdad en la creación del universo (como aparece alegóricamente en el Génesis) es igualmente cierto en el desarrollo de la mente y el cuerpo del ser humano, porque éste es una copia microcósmica del “Gran Hombre” del universo.
La Biblia es la historia del ser humano. En sus sesenta y seis libros describe en alegoría, profecía, epístola, parábola y poema la generación, degeneración y regeneración del ser humano. La Biblia ha sido preservada y apreciada más que cualquier otro libro porque nos enseña cómo desarrollar el principio más alto del ser, el espíritu. De la misma manera como el ser humano es un ser tríptico, espíritu, alma y cuerpo, la Biblia es una trinidad en unidad. Es cuerpo como libro de historia; alma como maestra de moral; y espíritu como maestra de los misterios del ser.
El estudiante de historia encuentra la Biblia interesante, pero no exacta; la persona cabal encuentra en ella lo que fortalece su rectitud, y el vencedor con Cristo encuentra que es el libro más grande de todos y una guía a su desarrollo espiritual. Pero debe ser leída en sentido espiritual para que el lector aprenda las lecciones que ella enseña. La clave para su significado espiritual es que detrás de cada cosa mencionada hay una idea.
La Biblia podrá ser comprendida más fácilmente si mantenemos presente el hecho que las palabras utilizadas tienen un significado externo e interno. Al ser estudiada solamente desde el punto de vista histórico e intelectual, lo externo, se pierde la realidad interna viviente. En estas lecciones buscaremos comprender y revelar el significado interior y entrelazar, legítima y ordenadamente, lo interno y lo externo.
El Génesis, considerado históricamente, tiene tres partes: primera, el período desde la creación hasta el diluvio; segunda, desde el diluvio hasta el llamado de Abraham, y tercera, el período desde el llamado de Abraham hasta la muerte de José.
El primer capítulo describe la creación llevada a cabo en seis días, y se refiere a un séptimo día de descanso. No hay razón para creer que estos días tenían veinticuatro horas. “Para el Señor, un día es como mil años y mil años como un día”. Los días representan simplemente períodos de desarrollo o niveles del desarrollo de la mente.
Los números son utilizados en la Biblia en relación con facultades o ideas en la Mente Divina. Hay doce facultades divinas. Éstas están simbolizadas en el Antiguo Testamento por los doce hijos de Jacob y en el Nuevo Testamento por los doce apóstoles de Jesús. Todas las facultades tienen carácter triple: primero, como ideas absolutas en la Mente Divina; segundo, como pensamientos, los cuales son ideas en expresión pero no manifestadas; y tercero, como manifestaciones de pensamientos, a las que llamamos cosas. En el ser humano este carácter triple es conocido como espíritu, alma y cuerpo. Por eso, al estudiar al ser humano como el hijo de Dios es necesario comprender cómo las facultades existen en el cuerpo. Encontramos que el cielo es la organización ordenada de las ideas divinas en el ser verdadero del ser humano. La tierra es la manifestación externa de esas ideas, y esta manifestación es el cuerpo del ser humano.
En el primer capítulo del Génesis la gran Mente Divina está obrando. La narración presenta cómo las ideas divinas fueron traídas a expresión. Así como el ser humano debe tener una idea antes de que pueda manifestarla, es lo mismo con las creaciones de Dios. Cuando un ser humano construye una casa, la construye primero en su mente. Él tiene la idea de la casa, completa el plan en la mente, y luego trabaja en la manifestación. Así Dios creó el universo. El primer capítulo del Génesis describe la creación ideal.
Este capítulo nos muestra dos partes de la Trinidad: mente e idea en mente. En el segundo capítulo tenemos la tercera parte, la manifestación. En esta ilustración todo el misterio teológico acerca de la Trinidad se aclara, porque vemos que es simplemente, mente, idea en mente y manifestación de la idea. Como el ser humano es el hijo de Dios, hecho a la imagen y semejanza de la Mente Divina, debe expresarse bajo las leyes de esta gran Mente creativa. La ley de la manifestación para el ser humano es la ley del pensamiento. Dios idea: el ser humano piensa. Uno es el complemento del otro en la mente.
El ser humano que Dios creó a Su imagen y semejanza es llamado bueno y el ser humano espiritual es muy bueno. Este ser humano es el producto de la Mente Divina, la idea de Dios del ser humano perfecto. Éste es el único Hijo engendrado, el Cristo, el Señor Dios, el Jehová, el YO SOY. En el segundo capítulo Jehová o la idea divina del ser humano perfecto, forma el ser humano manifestado y lo llama Adán.
Todo el primer capítulo es un testimonio supermental de las ideas en las cuales se basa la evolución. La mente proyecta sus ideas a la sustancia universal, y la evolución es la manifestación de ideas proyectadas. Toda la narración del Génesis es una alegoría que explica lo que sucede en la mente de cada individuo en su desarrollo de la idea a lo manifiesto. Dios, la gran Mente universal, manifestó una idea, un ser humano, perfecto como Él; y ese ser humano perfecto está potencialmente en cada individuo, obrando para su manifestación según la ley.
Gn. 1:1-5. En el principio creó Dios los cielos y la tierra. La tierra estaba desordenada y vacía, las tinieblas estaban sobre la faz del abismo y el espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Dijo Dios: “Sea la luz”. Y fue la luz. Vio Dios que la luz era buena, y separó la luz de las tinieblas. Llamó a la luz “Día”, y a las tinieblas llamó “Noche”. Y fue la tarde y la mañana del primer día.
Para comprender la creación del universo por parte de Dios, debemos conocer lo que Dios es. Jesús dijo: “Dios es Espíritu”. Las obras de Dios, dijo: eran hechas en Él (Jesús) y por medio de Él. “El Padre, que vive en mí, él hace las obras”.
Que Dios es una fuerza inteligente siempre presente y siempre activa es la conclusión virtual de todos los filósofos, corroborando así las declaraciones de Jesús. Dios está eternamente en Su creación y nunca está separado de ella. Dondequiera que haya evidencia de acción creativa, allí está Dios.
Dios es mente y Él creó por medio de Su palabra o idea, y éste es el vehículo creativo universal. Este primer capítulo del Génesis declara lo que “dijo Dios”....