: Larry J. Crabb Jr.
: El arte de aconsejar bíblicamente
: Logoi, Inc.
: 9781938420269
: 1
: CHF 9.60
:
: Christentum
: Spanish
: 170
: DRM
: PC/MAC/eReader/Tablet
: ePUB
En el libro El arte de aconsejar bíblicamente, el Dr. Crabb presenta el concepto de la aceptación amorosa e incondicional de Dios para cada creyente en Jesús como la base para la consejería. Además, proporciona un modelo para la comprensión de nuestros problemas humanos y las posibles soluciones a los mismos.

CAPÍTULO 1:
LA META AL ACONSEJAR:
¿QUÉ ESTAMOS TRATANDO DE HACER?

 

¿Es que estamos siendo egoístas?

He aquí lo que podría ser una conversación típica entre un paciente y un consejero cristiano:

—Sujeto: Estoy frustrado. Siento como que voy a explotar. Tiene que haber alguna manera de aplacar esto. Si ocurre una cosa más, creo que me vuelvo loco.

—Consejero: Parece que se siente realmente desesperado.

—Sujeto: Así es. Aunque soy cristiano y creo en la Biblia, no encuentro la solución. He probado la oración, la confesión, el arrepentimiento, el dar lo que tengo, todo. Tiene que haber alguna respuesta en Dios, pero no la encuentro.

—Consejero: Comparto su convicción de que el Señor puede traer paz. Pero veamos qué puede estar impidiendo que responda en su caso.

En este punto la acción de aconsejar puede tomar distintos rumbos, según sea la posición teórica del consejero, la naturaleza de su relación con el paciente, y muchos otros factores. Pero cualquiera que sea la dirección que tome, tenemos que pensar cuidadosamente en elfin. ¿Qué es lo que en definitiva pide el paciente? ¿Qué es lo que espera principalmente como resultado del consejo? Al escuchar a muchos pacientes y al considerarme yo mismo cuando estoy luchando con un problema personal, llego a la conclusión de que el objetivo general que se desea con tanta desesperación es fundamentalmente egocéntrico: «Quiero sentirme bien...» «Quiero ser feliz…»

Ahora bien, nada hay de malo en querer ser feliz. Sin embargo, una preocupación obsesiva por «mi felicidad» a menudo puede nublar la visión del camino bíblico hacia un gozo profundo y perdurable. El Señor dice que hay gozo eterno para nosotros a su derecha. Si queremos gozar de esa dicha, tenemos que aprender lo que significa estar a la derecha de Dios. Pablo nos dice que Cristo ha sido exaltado hasta la diestra de Dios (Ef 1:20). De ello resulta que cuanto más permanezcamos en Cristo, más disfrutaremos de la dicha disponible por la relación con Dios. Si quiero experimentar la verdadera felicidad, debo desear por sobre todas las cosas vivir en sujeción a la voluntad del Padre como lo hizo Cristo mismo.

Muchos de nosotros damos prioridad no al hacernos semejantes a Cristo en medio de nuestros problemas sino al hallazgo de la felicidad. Quiero ser feliz, pero la paradójica verdad es que nunca voy a ser feliz si mi primera preocupación es ser feliz. Mi meta principal deberá ser siempre responder bíblicamente en cualquier circunstancia; poner primero al Señor; buscar actuar como él quiere que lo hagamos. La maravi