: Varios Autores, Juan de Matos Fragoso, Juan Bautista Diamante, Juan Vélez de Guevara
: Manuel García Martín
: El hidalgo de la Mancha
: Linkgua
: 9788498972337
: Teatro
: 1
: CHF 2.40
:
: Dramatik
: Spanish
: 168
: DRM
: PC/MAC/eReader/Tablet
: ePUB
El hidalgo de la Mancha es una versión del Quijote escrita por los siguientes autores del Siglo de oro: Juan de Matos Fragoso (Alvito, 1608-Madrid, 1689). Portugal. Estudió filosofía y jurisprudencia en la Universidad de Évora y luego se marchó a Madrid, donde fue amigo de los principales dramaturgos de la época. Pasó un tiempo en Italia, donde se representó alguna comedia suya en la corte del virreinato de Nápoles. Estuvo siempre bien relacionado y tuvo por mecenas al rey Felipe IV. Juan Bautista Diamante (Madrid, 1625-Madrid, 1687). España. Hijo de un mercader de origen grecosiciliano y de madre portuguesa, estudió en Alcalá de Henares. De joven fue pendenciero y se le acusó de cometer un asesinato. Diamante fue militar y caballero de la Orden de San Juan. Juan Vélez de Guevara (Madrid, 1611-1675). España. Su padre fue el también escritor Luis Vélez de Guevara. En su Madrid natal y entró al servicio del duque de Veragua. En 1642, su padre le cedió el cargo de ujier real.

Juan de Matos Fragoso (Alvito, 1608-Madrid, 1689). Portugal. Estudió filosofía y jurisprudencia en la Universidad de Évora y luego se marchó a Madrid, donde fue amigo de los principales dramaturgos de la época. Pasó un tiempo en Italia, donde se representó alguna comedia suya en la corte del virreinato de Nápoles. Estuvo siempre bien relacionado y tuvo por mecenas al rey Felipe IV. Juan Bautista Diamante (Madrid, 1625-Madrid, 1687). España. Hijo de un mercader de origen grecosiciliano y de madre portuguesa, estudió en Alcalá de Henares. De joven fue pendenciero y se le acusó de cometer un asesinato. Diamante fue militar y caballero de la Orden de San Juan. Juan Vélez de Guevara (Madrid, 1611-1675). España. Su padre fue el también escritor Luis Vélez de Guevara. En su Madrid natal y entró al servicio del duque de Veragua. En 1642, su padre le cedió el cargo de ujier real.

Jornada segunda
Juan Bautista Diamante


Salen Don Quijote y Sancho.

Sancho¡Desventurado de mí!

Don QuijoteAmigo Sancho, ¿qué es eso?

SanchoEsto no es más que tener

molidos todos los huesos

a cadenazos.

Don QuijoteA fe5

que yo no me siento menos

fatigado de las muchas

pedradas que llevé, pero

consuélome con saber

que esto es a mi oficio anejo,10

y que debo resistirlo

siempre osado y siempre fiero,

a pie, a caballo, desnudo

y vestido a cualquier tiempo,

pues a cumplir sus deberes15

estamos los caballeros

andantes tan obligados,

que por desfacer un tuerto,

pisando abrojos y espinas,

descalzos andar debemos,20

y aún con un sapo en la boca

si lo demanda el empeño.

Sancho¿Y los escuderos tienen

esa obligación?

Don QuijotePor cierto,

Sancho amigo, que no estoy25

para responderte en ello

muy bien, mas discurro yo

que, debiendo un escudero

asistir a su señor,

habrá de andar por los mesmos30

pasos.

SanchoY si una aventura

sale bien, que no lo espero

en vuesamerced jamás,

¿a quién toca del suceso

la gloria?

Don QuijoteA mí solamente.35

SanchoY a mí que me ladren perros;

pero yo tengo la culpa,

porque arrímate a los buenos

dice el refrán, y más vale

pájaro en mano es muy cierto;40

donde piensan que hay tocinos

no hay estacas.

Don QuijoteY todo eso,

¿qué tiene que ver, maldito

seas, con lo que diciendo

estábamos? Ya te he dicho45

que no ensartes, majadero,

tantos refranes.

SanchoSeñor,

yo que lo digo me entiendo;

pero esto dejado, ¿dónde

vamos, cuando en todo el cielo50

no se ve ninguna estrella,

a peligro de que ciertos

guardas, a quienes quitamos

los galeotes, conocieron

a vuesamerced, la Santa55

Hermandad, que de los fueros

de caballeros andantes

no tendrá conocimiento,

a vuesamerced y a mí

nos estire los pescuezos?60

Don QuijoteNo pienses indignidades

y sígueme, que yo creo

que una famosa aventura,

adonde todo mi esfuerzo

será muy bien menester,65

se nos viene disponiendo,

y, si de ella salgo bien,

ten, hijo Sancho, por cierto

que una ínsula he de darte.

Sancho¿En propiedad o en gobierno?70

Don QuijoteEn gobierno.

SanchoLuego yo,

¿me ordenaré según eso

de Corregidor?

Don QuijoteAl punto.

SanchoQuisiera saber, si de esto

vuesamerced no se enoja,75

¿qué título darán luego

a Teresa mi mujer?

Don QuijoteCorregidora.

SanchoY es cierto,

y a Sanchica llamarán

todos los de nuestro pueblo80

Corregidorica; pues

tenga entendido el barbero

Maestre Nicolás y el Cura

que si en chapines me veo

a todos mis insulanos85

como un gerifalte tengo

de gobernar hasta el cabo;

no, si no métanme el dedo

verán si aprieto... mas digo,

¿que es menester para esto?90

Don QuijoteSer yo Emperador, o Rey

coronado por lo menos.

SanchoPues el Gobierno voló.

Don QuijoteEn manos está el pandero

que lo sabrá bien tocar.95

Sancho¿Y ese no es refrán?

Don QuijoteA tiempo

traído, un refrán ocupa,

Sancho, el lugar de un concepto.

SanchoDígame vuesamerced,

pues parece que no veo100

principio de la aventura

que aguarda, ¿cómo muy presto

podrá ser vuesamerced

Rey o Emperador?

Don QuijoteDirélo,

pues todo es de la materia,105

pero, ¿Rocinante?

SanchoAl fresco

llora allí las soledades

del rucio, y yo me enternezco

cada vez que se me acuerda

que me le hurtó aquel perverso110

que vuesamerced quitó

de la cadena...

Don QuijoteConfieso

que hacer bien a los ingratos

es desgracia, mas debemos

obrar lo que yo obré cuantos115

profesan lo que profeso.

Sancho¡Ay mi rucio!

Don QuijoteNo te aflijas,

que yo por él te prometo

las tres borricas que en casa

quedaron.

SanchoY yo lo acepto;120

mal volvamos a saber:

¿cómo llega un caballero

andante a ser Rey?

Don QuijoteEscucha,

que de este modo está impreso:

Llega un caballero andante125

a la corte de un supremo

Rey o Emperador, adonde

le conocen por sus fechos,

tiene guerra este tal

con otro, sírvele luego130

el caballero en la guerra

al enemigo venciendo;

tiene este Rey una hija

y al punto se la da en premio

al caballero; muere él135

hereda la Infanta y veslo

aquí que en cuatro palabras

queda Rey hecho y derecho,

haciendo Duque o Marques,

o Vizconde por lo menos,140

a su escudero, y si acaso

no hay título vaco de estos,

de alguna ínsula no puede

faltarle nunca el gobierno.

Y así no hay sino esperar145

a que suceda todo esto,

que o mal me han de andar los bolos

o he de ser Rey de Marruecos.

SanchoEso pido, señor mío,

y barras derechas, pero150

vamos a ese reino al punto.

Don QuijoteNo estamos, Sancho, muy lejos

de él, según se me trasluce.

SanchoNo, si es el Toboso reino,

porque dentro de él estamos.155

Don QuijoteMuy fácilmente te veo

engañar a cada paso.

SanchoPues ¿qué engaño cabe en esto?

Aquella casa de enfrente

¿no es la casa de don Pedro160

Osorio; y aquellos corrales

¿no son de Aldonza Lorenzo,

por otro nombre llamada

Dulcinea?

Don Quijote¡Majadero!

la señora Dulcinea165

has de decir.

SanchoDigo eso,

pero en el Toboso estamos.

Don Quijote¿Posible es que eso crees, necio?

SanchoPues, ¿qué tengo de creer?

Don QuijoteSancho, cree lo que yo creo;170

y si no dime: ¿no viste

a la luz de todo el cielo?

a la sin par Dulcinea,

cuando fuiste mandadero,

convertida en labradora175

por señas del olor feo

y hombruno que me dijiste

que tenía?

SanchoY es tan cierto

como dos y dos son cuatro.

Don QuijotePues sabe que el embustero180

de aquel sabio, mi enemigo,

a Dulcinea convirtiendo

en...