Jornada segunda
(Salen Cornelio y Anastasio.)
Cornelio Volviendo a lo comenzado,
señor, ¿qué piensas hacer?
AnastasioLo que procuro es saber
si el príncipe se ha engañado,
o qué causa le ha movido
a acusar a Rosamira:
si fueron celos, o ira,
ser llamado, y no escogido;
y, cuando desta querella
no sepa verdad jamás,
por gentileza no más
me dispongo a defendella.
Cornelio Propongo que Dagoberto
es vencido en la batalla,
y que ella libre se halla
de la tormenta en el puerto:
¿tendrás por cosa notoria
el poder asegurarte
que la razón vino a darte,
y no fuerza, la vitoria?
Porque de Dios los secretos
son tan incomprehensibles,
que a veces vemos visibles,
de bienes, malos efetos.
AnastasioYa entiendo tus argumentos,
y con ellos me das pena.
Haga el Cielo lo que ordena;
yo honraré mis pensamientos.
(Salen Julia y Porcia.)
Cornelio Los estudiantes son estos
de quien los otros burlaron.
AnastasioSus burlas, ¿en qué pararon?
CornelioEran algo descompuestos.
Forastero me parece
en cierto modo su traje;
eso veré en su lenguaje,
si el hablallos se me ofrece.
PorciaCamilo, no te descuides
en mostrar en dicho y hecho
que eres varón, a despecho
de cuantos cuidados cuides.
Deja melindres aparte,
da a las ternezas de mano,
y mira que está en tu mano
el perderte o el ganarte.
Mira que amor te ha traído,
por un nunca visto enredo
a ser paje de Manfredo,
y paje favorecido:
que es principio que asegura
buen fin a tu pretensión.
JuliaTienes, Rutilio, razón;
mas no tengo yo ventura,
pues, cuando más me acomodo
a hacer lo que me ordenas,
embebecida en mis penas,
se me olvida a veces todo.
Mas, ¡ay de mí, desdichada,
que éste es el duque, mi hermano!
PorciaVuelve el rostro a esotra mano,
y vuélvete a la posada;
que él no me conoce a mí,
y conviéneme hablalle.
Julia¿Por dó he de ir?
Porcia Por esa calle.
Julia¿Vendrás presto?
Porcia Voy tras ti.
(Vase Julia.) Buen hombre, ¿sois desta tierra?
AnastasioNi soy della, ni buen hombre.
PorciaPues, ¿cómo la vuestra ha nombre?
AnastasioComo el cielo que la encierra.
Cornelio (Aparte.) (Querrá decir Rosamira,
que es tierra y cielo a do vive.
Estas quimeras concibe
quien más por amor suspira.)
AnastasioY vos, ¿sois deste lugar,
señor estudiante?
Porcia No.
Anastasio¿Pues de dónde?
Porcia Aún no sé yo
de a dó me podré llamar:
que el cielo y tierra, hasta agora,
me tratan como estranjero,
y ni dél ni della espero
ver en mis cuitas mejora.
Anastasio¿Vos con cuitas en edad
tan tierna? ¡A fe que me espanta!
PorciaA los años se adelanta
tal vez la calamidad;
y más cuando son de aquellas
que trae el amor en sus alas.
CornelioSus razones no son malas,
aunque yo no sé entendellas;
mas, con todo, apostaré
que está el rapaz traspasado
del agudo arpón dorado,
como el señor su mercé.
Anastasio¿Amáis, por ventura?
Porcia Sí;
mas no sé si por ventura,
aunque alguna me asegura
ver ahora lo que vi.
AnastasioPues, ¿qué veis?
Porcia No será honesto
hacer que me ponga en mengua
tan fácilmente mi lengua
como mis ojos me han puesto;
ni vuestro traje me mueve,
ni mi deseo, a mostrar
lo que en silencio ha de estar
hasta que otras cosas pruebe.
Anastasio¿Tan mal os parece el traje?
PorciaNo, por cierto; porque veo
que dese rústico aseo
es muy contrario el lenguaje,
y podrá ser que el sayal
encubra el al del refrán.
Anastasio¿De dónde sois?
Porcia De Dorlán.
AnastasioDe ahí soy yo natural.
¿Cuánto ha que de allá venistes?
PorciaPoco más de doce días.
Anastasio¿Qué hay de nuevo?
PorciaNiñerías,
aunque son un poco tristes.
Anastasio¿Y qué son?
Porcia Que el de Rosena,
que el de Dorlán hospedó,
a Julia y Porcia robó,
como Paris hizo a Helena.
Anastasio¿Tiénese eso por verdad?
PorciaSí tiene; mas yo imagino
que no lleva más camino
que del cielo la maldad.
Anastasio¿Pues qué dicen?
PorciaYo entreoí
que la Porcia quería bien
a Anastasio.
Anastasio ¿Cómo? ¿A quién?
PorciaA Anastasio.
Anastasio (Aparte.)(¿Cómo? ¿A mí?
¿A su primo hermano? ¡Bueno!)
PorciaQuizá guiaba su intento
por vía de casamiento.
AnastasioDeso está mi bien ajeno.
Mas, ¿eso qué importa al hecho
de roballa?
Porcia No sé yo;
dícese que la sacó
el mismo amor de su pecho.
Mas deben de ser hablillas
del vulgo mal informado.
CornelioA mí me han maravillado.
Anastasio¿Pues de qué te maravillas?
Di: ¿no puede acontecer,
sin admiración que asombre,
que una mujer busque a un hombre,
como un hombre a una mujer?
Cornelio Sí puede; y es tan agible
lo que dices, que se ve
que, en las posibles, no sé
otra cosa más posible.
AnastasioComo a su centro camina,
esté cerca o apartado,
lo leve o lo que es pesado,
y a procuralle se inclina,
tal la hembra y el varón
el uno al otro apetece,
y a veces más se parece
en ella esta inclinación;
y si la naturaleza
quitase a su calidad
el freno de honestidad,
que tiempla su ligereza,
correría a rienda suelta
por do más se le antojase,
sin que la razón bastase
a hacerla dar la vuelta;
y ansí, cuando el freno toma
entre los dientes del gusto,
ni la detiene lo justo,
ni algún respeto la doma.
Porcia¡En poca deuda os están
las mujeres!
Cornelio Si así fuera,
ni yo este traje trujera,
ni él vistiera aquel gabán.
AnastasioNo es tan poca: que si hago
la cuenta, no sé yo paga
que a la deuda satisfaga,
puesto que en ella me pago.
PorciaEn fin: ¿amáis?
Anastasio Alma tengo,
y no he de estar sin amor.
PorciaHay amor bueno, y mejor.
AnastasioYo con el mejor me avengo.
Porcia¿Es...