Jornada primera
(Oscurécese el tablado, y mientras se dicen los primeros versos, se descubre la perspectiva del mar, con truenos y relámpagos.)
Pasquín (Dentro.)¿Qué se nos hizo el día?
CéfiroEnmarañada, oscura sombra fría,
con pálidos enojos
nos le hurta de delante de los ojos.
Lebrón (A otra parte.)¿Qué se nos hizo el Sol?
Pigmaleón En un instante,5
no solo nos le quitan de delante
entupecidas nieblas;
pero el confuso horror de las tinieblas
nos le hace a cada paso
síncopa del oriente y del ocaso.10
Brunel (A otra parte.)¿Qué se nos hizo de la hermosa lumbre
el esplendor?
Ifis Aquella excelsa cumbre
le trasmontó, porque antes que llegara
hoy al mar, en la tierra se apagara.
Los dos primerosAl monte.
Los segundos Al llano.
Los terceros Al puerto.15
(Sale Irífile, vestida de pieles, suelto el cabello.)
IrífileY tres asombros en una sombra advierto.
Dejo, aparto el horror del terremoto,
en cuya lid la cólera del Noto,
de tierra y mar, con dos violencias sumas,
los riscos postra, eleva las espumas,20
y voy a las tres voces,
que tres veces distantes, tres veloces,
llegaron a mi oído.
¿De cuándo acá, ni aqueste escollo ha sido
de humano pie pisado25
ni de quilla aquel piélago surcado?
Si ya no es que por mar y tierra quiera
sitiarme quien pensando que soy fiera,
otra vez me ha seguido.
¡Oh, no hubiera salido30
a buscar día de tan gran portento,
anciano padre mío, tu sustento!
CéfiroDe aquel peñasco, los incultos mayos,
a la saña nos libre de los rayos.
PigmaleónDe aquella gruta, lóbregos los senos,35
la amenaza repare de los truenos.
IfisDe aquel celaje al corto abrigo breve
la luz de los relámpagos nos lleve.
Los primeros¡Piedad, oscuros velos!
Los segundos¡Piedad, dioses divinos!
Los terceros ¡Piedad, cielos!40
IrífileEn tan confusa guerra,
árbitro yo del mar y de la tierra,
tierra y mar señoreo;
y bien que a poca luz, desde aquí veo
allí correr tormenta,45
derrotado bajel, allí violenta
tropa abrigarse al monte, y allí al llano
número no menor. En vano, en vano,
si a mí no me buscáis, ¡oh peregrinos
que las huellas seguís de tres destinos!50
Solicitáis a tanto horror defensa,
si causa este desorden lo que piensa
el docto estudio de mi padre y mío.
¡Oh, fuese antes que estudio desvarío!
(Los truenos.)Mas ¡ay de mí infelice!,55
que dice mucho este temblor, pues dice
que hoy nace la ojeriza de los hados,
a que no solo fueron destinados
los humanos sentidos,
mas también comprehendidos60
en estrago de escándalos tan graves
las fieras y los peces y las aves.
Luchando allí lo digan
las unas, y prosigan
trinando, en vez de cláusulas agüeros,65
allí las otras; y esos brutos fieros,
que del mar no sufridos,
(Pasan los pescados.)mudamente se quejan a gemidos;
pues al romper su verdinegra bruma,
sobre la tez lidiando de la espuma,70
del margen solicitan las arenas,
monstruos del mar, tritones y sirenas.
¡Ha, si de alguna el canto
la causa me dijera de horror tanto!
SirenaLa hija de la espuma madre es del fuego,75
brame el mar, gima el aire de envidia y celos.
IrífileNo hay bajel que a lo lejos
deste puerto no huya,
si no es aquel en cuya
suerte ni arbitrios dejan, ni consejos,80
vela, timón, bitácora ni aguja,
por más que ya cascado el pino cruja,
dando en aquella roca,
donde, caballo desbocado choca.
Los terceros¡Piedad, cielos divinos!85
BrunelYa que en páramos vemos cristalinos
que apenas del bajel fragmentos quedan,
en el esquife escapen los que puedan
con Ifis, nuestro dueño.
(Descúbrese el esquife, y va pasando con Ifis, Brunel y otros.)
Ifis¡Oh, fuese tumba el derrotado leño90
en que, a despecho mío,
de aqueste seno frío
queréis vencer la guerra!
BrunelYa que el mar se serena, a tierra.
Todos A tierra.
Céfiro (Dentro.)Ya que vuelve a aclarar la hermosa lumbre,95
el llano penetrad, dejad la cumbre.
(Empieza a aclarar.)
Pigmaleón (Dentro.)Ya que otra vez le restituye el día,
cercana población la suerte mía
solicite, vagando este desierto.
Los tercerosA tierra, a tierra.
Los segundos Al valle.
Los primeros Al llano.
Los terceros Al puerto.100
Irífile¡Ay infeliz de mí!, que ya la orilla
costeando surca mísera barquilla,
con poca gente en ella,
a tiempo que sin norte de otra huella,
cada tropa se inclina105
a la tranquilidad de la marina
donde estoy. ¿Quién, sin ser vista, pudiera
de aquí escapar?
(Cúbrese el rostro con el cabello, y al irse a entrar, salen Céfiro y Pasquín.)
Céfiro Humano monstruo, espera;
que aunque tu aspecto pudo
ponerme horror, no dudo110
que tus señas desmientan tu semblante.
IrífileTente, joven: no pases adelante,
ni quieras detenerme;
que el escucharme más horror que el verme
te ha de dar, pues si el verme te acobarda,115
más lo hará oírme.
(Al entrarse por otra parte huyendo, salen Pigmaleón y Lebrón.)
Pigmaleón Humano monstruo, aguarda,
que pues de humano y monstruo
noticias da el cabello sobre el rostro,
con la duda del uno vencer quiero
de otro el terror.
Irífile Primero120
a aqueste mar me arrojaré que intente
oír a los dos.
(Al irse a entrar, por otra parte salen Ifis y Brunel.)
Ifis Humano monstruo, tente,
que, pues cuanto me asombra, me asegura,
no sé qué luz entre tu traje oscura,
que me escuches pretendo.125
IrífileCerrome el paso; y pues aun ir huyendo
no permite mi suerte,
¿qué me queréis?
Céfiro Atiende.
Pigmaleón Escucha.
Ifis Advierte.
CéfiroEn la caza perdido...
PigmaleónDel camino apartado...130
IfisEn el mar derrotado...
Céfiro...del terremoto al ruido...
Pigmaleón...del temblor al amago...
Ifis...del eclipse al estrago...
Céfiro...triste yo...
Pigmaleón ...yo confuso...
Ifis ...yo...