Jornada primera
Salen Marcela y Silvia en corto con mantos, como recelándose, y detrás Lisardo y Calabazas.
Marcela ¿Vienen tras nosotras?
Silvia Sí.
MarcelaPues párate. —Caballeros,
desde aquí habéis de volveros,
no habéis de pasar de aquí,
porque si intentáis así5
saber quien soy, intentáis
que no vuelva donde estáis
otra vez, y si esto no
basta, volveos, porque yo
os suplico que os volváis.10
LisardoDifícilmente pudiera
conseguir, señor, el Sol
que la flor del girasol
su resplandor no siguiera.
Difícilmente quisiera15
el norte, fija luz clara,
que el imán no le mirara,
y el imán difícilmente
intentara, que obediente
el acero le dejara.20
Si Sol es vuestro esplendor,
girasol la dicha mía,
si norte vuestra porfía,
piedra imán es mi dolor;
si es imán vuestro rigor,25
acero mi ardor severo.
Pues ¿cómo quedarme espero,
cuando veo que se van,
mi Sol, mi norte y mi imán,
siendo flor, piedra y acero?30
MarcelaA esta flor hermosa y bella,
términos el día concede,
bien como a esa piedra puede
concederlos una estrella,
y pues él se ausenta, y ella,35
no culpéis la ausencia mía;
decid a vuestra porfía,
piedra, acero o girasol,
que es de noche para el Sol,
para la estrella de día.40
Y quedaos aquí, porque
si este secreto apuráis,
y a saber quién soy llegáis,
nunca a veros volveré
a aqueste sitio, que fue45
campaña de nuestro duelo;
y puesto que mi desvelo
me trae a veros aquí,
creed de mí que importa así.
LisardoDe vuestro recato apelo,50
señora a mi voluntad,
y supuesto que sería
no seguiros cortesía,
también será necedad.
Necio o descortés, mirad55
cuál mayor defecto es,
veréis [que] el de necio, pues
no se enmienda, y así a precio
de no ser, señora, necio,
tengo de ser descortés.60
Seis auroras esta aurora
hace que en este camino
ciego el amor os previno
para ser mi salteadora:
tantas ha que a aquella hora65
os hallo a la luz primera,
oculto Sol de su esfera,
de su campo rebozada
ninfa, deidad ignorada
de su hermosa primavera.70
Vós me llamastis, primero
que a hablaros llegara yo;
que no me atreviera, no,
tan de paso y forastero.
Con estilo lisonjero,75
áspid ya de sus verdores,
no deidad de sus primores,
desde entonces fuistes; pues
áspid, que no deidad, es
quien da muerte entre las flores.80
Dijístisme que volviera
otra mañana a este prado,
y puntual mi cuidado
me trujo como a mi esfera.
No adelanté la primera85
ocasión, porque bastante
no fue mi ruego constante,
a que corriese la fe,
que adora lo que no ve,
ese velo de delante:90
viendo, pues, que siempre es nuevo
el riesgo, y el favor no,
quiero a mí deberme yo
lo que a vuestra luz no debo:
y así a seguiros me atrevo,95
que hoy he de veros, o ver
quien sois.
Marcela Hoy no puede ser,
y así dejadme por hoy,
que yo mi palabra os doy
de que muy presto saber100
podáis mi casa, y entrar
a verme en ella.
Calabazas [A Silvia.] ¿Y a ella
doncella desa doncella
(la verdad en su lugar,
que yo no quiero infernar105
mi alma) hay cosa que le obligue
a taparse?
Silvia Y si me sigue,
tenga por muy cierto.
Calabazas ¿Qué?
SilviaQue me persigue, porque
quien me sigue me persigue.110
CalabazasYa sé el caso vive Dios.
Silvia¿Qué va que no le declaras?
CalabazasMuy malditísimas caras
debéis de tener las dos.
SilviaMucho mejores que vós.115
CalabazasY está bien encarecido,
porque yo soy un cupido,
SilviaCupidos somos yo y tú.
Calabazas¿Cómo?
Silvia Yo el pido, y tú el cu.
CalabazasNo me está bien el partido.120
Marcela [A Lisardo.]Esto os vuelvo a asegurar
otra vez.
Lisardo Pues ¿qué fianza
le dejáis a mi esperanza
de las dos que he de lograr?
Marcela (Descúbrese.)
La de dejarme mirar.125
LisardoUsar desa alevosía
para turbar mi osadía,
ha sido traición, pues ya
viéndoos, ¿cómo os dejará
quien sin veros os seguía?130
MarcelaQuedad, pues, de mí seguro
de que muy presto sabréis
mi casa, y entenderéis
cuánto serviros procuro,
esto otra vez aseguro.135
LisardoYa en seguiros soy de hielo.
MarcelaY yo sin ningún recelo
de que agradecida estoy,
por esta calle me voy.
LisardoId con Dios.
Marcela Guárdeos el cielo.140
(Vanse las dos.)
Calabazas¡Linda tramoya, señor!
Sigámosla hasta saber
quién ha sido una mujer
tan embustera.
Lisardo Es error
Calabazas, si en rigor145
ella se recata así,
seguirla.
Calabazas ¿Eso dices?
Lisardo Sí.
CalabazasVive Dios, que la siguiera
yo, aunque hasta el infierno fuera.
Lisardo¿Qué me debe, necio, di,150
de haber cuatro días hablado
conmigo en este lugar,
para darle yo un pesar,
de quien ella se ha guardado?
CalabazasDebe el haber madrugado155
estos días.
Lisardo Ya que estamos
solos, ya que así quedamos
sobre lo que podrá ser
tan recatada mujer,
discurramos.
Calabazas Discurramos.160
Dime tú, ¿qué has presumido
de lo que has visto y notado?
LisardoDe estilo tan bien hablado,
de traje tan bien vestido,
lo que he pensado y creído,165
es, que esta debe de ser
alguna noble mujer,
que donde no es conocida,
disimulada y fingida,
gusta de hablar y de ver,170
y por forastero a mí
para este efeto eligió.
CalabazasMucho mejor pienso yo.
LisardoPues no te detengas, di.
CalabazasMujer que se viene así175
a hablar con quien no la vea,
donde ostentarse desea
bachillera y importuna,
que me maten si no es...