ACTO SEGUNDO. EL RECONOCIMIENTO
Continúa la misma decoración y sale Zafira por donde partió.
Escena I
ZafiraNada en mis dudas aclarar consigo,
Y Colifa aún no vuelve, el tiempo vuela,
Barbarroja triunfante de los pueblos
Que osaron levantarse, ya se acerca,
Y la sangre a correr torna de nuevo
Para brindarme como fruto de ella
La elevación a un trono... ¡Oh! nunca, nunca
Sus gradas pisaré: la tumba encierra
Más sublime expresión para mi alma.
Escena II
Dicha y Dalí con júbilo y reserva.
DalíParticipa conmigo alegres nuevas.
Zafira (Con tristeza.)¡Las habrá para mí!
Dalí(Déjase ver Selim al frente como oyendo.)
Selim tu hijo.
A quien la suerte próspera sustenta...
Zafira(Interrumpiéndole.)
¿Ha vuelto a Mauritania, tú le has visto?
¿Quién le aleja de mí, dónde se hospeda?
¿Dudará de mi amor?
DalíNo: te equivocas,
Pluguiera al justo cielo que tan cerca
De nosotros se hallase; pero pronto
Le veremos aquí. La vez aquella
Que cual sombra salida del averno,
Con faz adusta de pavor cubierta
Un mensajero oscuro y misterioso
Aquí vino a dejar la triste nueva
De su temprana muerte, que gemimos,
Y con felicidad cumplió su empresa
Hablando de tal modo que el monarca
Nada temiese ya de su existencia,
Fue sólo de tu hijo un emisario
Que descubrir tu situación debiera.
ZafiraCon que vive, gran Dios!!!
DalíSí, vive, vive;
Y fulminante cual veloz centella
Vuela a nosotros del deber llamado,
Resplandeciente y grande a la manera
Que el astro precursor de la mañana
Por el espacio fúlgido se eleva
Trayendo en pos el luminar del día;
Y al empezar su espléndida carrera
Disípanse las sombras nocturnales
Que hurtan la luz a la dormida tierra
Así, en mi gozo, le contempla el alma
Y de entusiasmo el corazón me llena.
Zafira¿Quién dio noticia tal...?
DalíNo dudes nada
Ese extranjero que a anunciarle llega
Depositando en mí todo el secreto,
Esta carta me dio, he aquí su letra.
(Saca una carta que va abrir; pero sale Selim y lo contiene reprendiéndole: Zafira lo mira con interés queriendo conocerle.)
Escena III
Dichos y Selim
SelimDalí!!!
(Le hace doblar la caria: le habla en secreto mientras Zafira representa.)
Zafira¡Oh!!! ¿es él... acaso será un sueño
Como mil que brillaron en mi idea
Para volar después con mi esperanza?
DalíEs un error, miradla, nada temas:
Ésta es su madre, su infelice madre,
En cuyos ojos de correr no cesa
El llanto consagrado a su memoria:
Habladla, pues.
Selim (Turbado.)¡Qué confusión!... no puedo.
Zafira¡Oh divina bondad, que voz secreta
Llama en mi corazón! Dime extranjero
¿Conocéis a Selim?
SelimY muy de cerca.
Zafira¡Ah cuánta semejanza! ¿Y vuestro nombre?
SelimEs secreto.
(Procurando ocultar su turbación.)
ZafiraSecreto!...
(Se llega a Dalí y hablan entre sí.)
Selim¡Cuánto aqueja
(Aparte con voz reprimida sentimental.)
Este disfraz a mi sensible pecho!
Nunca probé la poderosa fuerza
Del afecto filial, que en mí se inflama
Con tan vehemente ardor ¡Ah! si pudiera
Arrojarme en sus brazos y decirla:
Madre del corazón, madre adorada,
Y embriagado de gozo en sus ternezas
Sentirme renacer, mas no hay remedio
El secreto, es el alma de mi empresa.
Zafira
(Llegándose a Selim.)Mas decidme, extranjero. ¿Qué noticias
Me dais de vuestros padres? sí, dispensa
Este favor a una exaltada madre,
Y en la dulce ilusión que me enajena
Dejadme solazar por un momento.
SelimTengo de Árabes noble descendencia
Y a mis padres conozco ¡desgraciados!
(Aparte.)¡Cuántos desastres la fortuna adversa
Deparó contra ellos...!
ZafiraNo mas vuelva
En vuestros labios a esconderse el habla.
SelimPuesto que le queréis, oíd mis penas,
Bella madre del joven peregrino.
Nací en la Arabia, sin nombrar la tierra
Do abrí los ojos a la luz del mundo,
Os daré de mi vida alguna seña;
Mas tan oscura que el sensible punto
De mi fatalidad, nunca se vea;
Yo vi, en mal hora, amanecer un día
Que en vano para siempre anocheciera,
Ni tan lejos de mí llevóle el tiempo,
Cuando mi corazón que se alimenta
Con su infausta memoria, en todas partes
Como un fantasma aterrador lo encuentra.
Lo encuentra y gimo, porque en él mi padre
Al fallo sucumbió de muerte fiera
Por homicida mano ejecutada.
Entonces ¡ay! la misteriosa estrella
Que el fatalismo sugirió a mi cuna,
Y un destino colmado de fiereza
Me arrancan de los brazos de mi madre
Burlando su dolor y mi inocencia;
Pues por pura piedad un fiel esclavo,
Donde la compasión noble y sincera
Halló el más digno y generoso culto.
Vamos me dijo: que tu muerte es hecha
Si el luminar del día aquí te hallara.
Entonces, de la noche en las tinieblas
Y al amparo de sombras tenebrosas
Me arrebató del lecho en que durmiera
Con parte de mi estirpe sepultada,
Con parte de mi estirpe en las cadenas.
Quince lunas corrí, peregrinando
El pan y el agua en la mayor miseria.
Tributando continuos homenajes
A los que un tiempo mis vasallos fueran:
Faltóme el distintivo de fortuna,
Rodé de su alta gloria en indigencia
A la nada de un mísero vagante
Que con incierto pie su vida lleva
De la amargura el cáliz apurando,
De baldón, en baldón, de mengua, en mengua,
Así corrí gran tiempo abandonado
Al más duro dolor y penitencia,
Coronado de negros huracanes,
Cuya indómita furia en sus soberbias
Lluvias de rayos derramando el suelo,
Parecía querer en mi cabeza
Todo el furor saciar de un Dios terrible;
Cuando indignado contra el hombre truena.
Diez veces a mis plantas vi la muerte,
Pareciéndome oír por donde quiera
El dolorido acento dé una madre
Que atormentada por mi vida incierta
Arrasados en lágrimas sus ojos
Al cielo enderezaba sus querellas;
Y por mí preguntaba, mas en tanto
Sus quejidos me siguen, sus dolencias
Parten mi corazón, y un amor tierno
Con dardos punzadores me penetra.
Zafira (Enajenada.)No más, no más que el alma en su elemento
Los nudos rompe ya que la encadenan
A tan feliz momento... sí... sí... tú eres...
Tú eres mi hijo, el que la más tremenda
Fortuna me arrancó en aciaga noche;
Pero ya qué poder habrá en la tierra
Que me aparte de ti...
(Corre a abrazarlo. Selim la detiene.)
Selim¡Ah! deteneos
Sí: deteneos, por piedad, no sea
Que en tan feliz transporte... ved primero
Que aún no me conocéis, tanta vehemencia
Cual fallo funestísimo no echara
Sobre mi triste vida.
Dalí (Aparte.)¡Oh si tal fuera!
Zafira (Desconsolada.)¡Desventurada madre!
Selim (Bajo.)¡Hijo infelice!
Su triste llanto si enjugar...