: Anónimo
: El libro de las mil noches y una noche Clásicos de la literatura
: e-artnow
: 9788026834847
: 2
: CHF 1.80
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: Hauptwerk vor 1945
: Spanish
: 160
: Wasserzeichen
: PC/MAC/eReader/Tablet
: ePUB
Este ebook presenta 'El libro de las mil noches y una noche', con un índice dinámico y detallado. Se trata de una recopilación de cuentos y leyendas de origen hindú, árabe y persa, de los cuales no existe un texto definitivo, sino múltiples versiones. La gran mayoría de las historias son de origen desconocido pero se reconocen en ellas elementos árabes, persas, indios, chinos, hebreos, todos mezclados y aglomerados. Las historias son de historias de amores felices y de amores desgraciados, de mujeres dulces y de mujeres fatales, de hábiles comerciantes y audaces viajeros, de incautos y de sinvergüenzas, de guerreros y de poetas. Es la historia de la osada Scherezada y el Sultán Schariar, quien después de haber sido traicionado por su esposa y siendo testigo de varias infidelidades por parte de las mujeres, decreta que todos los días al atardecer se casara con una mujer diferente la cual será ejecutada la mañana siguiente. Scherezada está dispuesta a llevar a cabo un arriesgado, pero bien elaborado plan para terminar de una vez con tal barbaridad.

HISTORIA DEL PESCADOR Y EL EFRIT


 

He llegado a saber, ¡oh rey afortunado! que había un pescador, hombre de edad avanzada, casado, con tres hijos y muy pobre. Tenía por costumbre echar las redes sólo cuatro veces al día y nada más. Un día entre los días a las doce de la mañana, fué a orillas del mar, dejó en el suelo la cesta, echó la red, y estuvo esperando hasta que llegara al fondo. Entonces juntó las cuerdas y notó que la red pesaba mucho y no podía con ella.
Llevó el cabo a tierra y lo ató a un poste.
Después se desnudó y entró en el mar maniobrando en torno de la red, y no paró hasta que la hubo sacado. Vistióse entonces muy alegre, y acercándose a la red encontró un borrico muerto.
Al verlo exclamó desconsolado:"¡Todo el poder y la fuerza están en Alah, el Altísimo y el Omnipotente!"
Luego dijo:"En verdad que este donativo de Alah es asombroso". Y recitó los siguientes versos: ¡Oh buzo, que giras ciegamente en las tinieblas de la noche y de la perdición! ¡Abandona esos penosos trabajos; la fortuna no gusta del movimiento!
Sacó la red, exprimiéndole el agua, y cuando hubo acabado de exprimirla, la tendió de nuevo. Después, internándose en el agua, exclamó:"¡En el nombre de Alah!" Y arrojó la red de nuevo, aguardando que llegara al fondo. Quiso entonces sacarla, pero notó que pesaba más que antes y que estaba más adherida, por lo cual la creyó repleta de una buena pesca, y arrojándose otra vez al agua, la sacó al fin con gran trabajo, llevándola a la orilla, y encontró una tinaja enorme, llena de arena y de barro.
Al verla se lamentó mucho y recitó estos versos: ¡Cesad, vicisitudes de la suerte, y apiadaos de los hombres! ¡Qué tristeza! ¡Sobre la tierra ninguna recompensa es igual al mérito ni digna del esfuerzo realizado por al