: Pero López de Ayala
: Libro de palacio
: Linkgua
: 9788499537535
: Historia
: 1
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: Erzählende Literatur
: Spanish
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El Libro de palacio de Pero López de Ayala es un poema didáctico-moral cristiano de finales del siglo XIV. Contiene largas elucubraciones sobre las desdichas de Job en 2.170 estrofas. En esta obra, el autor utiliza la cuaderna vía, estrofa típica del mester de juglaría. El Libro de palacio tiene partes didácticas, políticas, religiosas y filosóficas. En ella se refleja a la perfección la sociedad castellana del siglo XIV y los problemas que afectaban al reino. La temática es de carácter moral y didáctico. Es una crítica amarga de lo que él considera como la decadencia de los valores tradicionales de la sociedad, y que conduciría al Renacimiento. La presente edición está en castellano antiguo, con algunas grafías actualizadas.

Pero López de Ayala (1332-1407). España. Nació en Vitoria, era hijo de Fernán Pérez de Ayala y de Elvira de Cevallos. Ejerció la política, la diplomacia, la guerra y la poesía. Sirvió a cuatro monarcas: Pedro I, Enrique II, Juan I y Enrique III. Combatió en varias batallas y cayó prisionero en las revueltas de la Aljubarrota a manos de los portugueses. En su rescate, que costó treinta mil doblas, intervinieron su esposa, doña Leonor de Guzmán, el maestre de Calatrava y los reyes, no sólo de Castilla, sino también de Francia, pues, entre otros muchos cargos, fue embajador en este país.

Aquí comienzan las siete obras espirituales


Entre los mis pecados e los mis grandes males,

confesaré, Señor, obras espirituales

que son siete por cuenta: aquí porné yo cuáles,

que, non las complir homne, son pecados mortales.700

Ver homne a su prójimo fallido e errado,

débelo, por Dios, d’él ser bien aconsejado

que non caya en lazo donde sea dapñado,

e quien lo bien fizier, a Dios habrá pagado.

Ponerlo en camino do se pueda salvar705

su cuerpo e su alma, no l’ debe dar vagar;

e si le viere errado, débele aconsejar

porque así lo guarde de ir a mal logar.

Al que por su simpleza mucho podrié fallir,

enséñalo de grado en fazer e en dezir;710

si Dios seso te dio, con él debes partir,

e nunca de tal obra t’ podrás arrepentir.

Si tú vieres alguno que con tribulación

le fallesce el esfuerzo e mengua el corazón,

esfuérzalo, por Dios, non haya ocasión715

que por desesperanza vaya en perdición.

Si a ti alguno erró, por Dios, perdonarás:

de como Él lo fizo enjiemplo tomarás,

ca si en tu corazón el rencor guardarás,

non te aprovechan bienes por muchos que farás.720

Si vieres tus hermanos que son desacordados,

faz tú la paz entr’ellos que sean egualados;

en esto pon tu esfuerzo e todos tus cuidados:

tales obras como estas desatan los pecados.

Además del perdón que debieres fazer725

por el que te mal fizo, debes a Dios tener

oración señalada qu’ Él quiera acorrer

al cuerpo e alma: non le deje perder.

De cada día pide a Dios al tú rogar

que las tus grandes culpas te quiera perdonar,730

así como tú perdonas a quien te fue errar:

esto en el «pater nóster» lo puedes devisar.

Por esto te apercibe: non seas engañado

por la tu petición, ca serás condepnado;

ca con Jüez lo has justo e muy guardado:735

como lo tú dizes, así serás judgado.

Pero no es tan cruel nin tan fuerte el Señor,

que, si tú perdonares a quien te fizo error,

no haya merced de ti e oya tu clamor,

ca mucho es piadoso siempre al pecador.740

De la su piedat ¿quién podría dezir?

Él que por nuestras menguas así vino a morir,

a Él devotamente vayamos a pedir

que d’este mundo malo nos quiera redemir.

Dize Sant Agustín, maestro e señor745

muy grande en la ley e grant predicador

que Dios Padre muy alto, del mundo formador,

envió morir su Fijo con derecho color.

El homne a su imagen a Él plogo formar

en spritu razonable, e de otras gracias dar,750

después por su pecado le fue así errar:

por la su muerte propia se había de emendar.

Púsonos en el mundo por los nuestros pecados,

por padescer en él como los desterrados

e que en penitencia estemos apartados,755

porque, cuando muriéremos, partámosnos pagados.

E por nuestra ventura acaesce todavía

que por nuestra maldat habemos peoría,

ca non nos emendamos ni habemos mejoría,

mas doblamos querellas muy más de cada día.760

Está el mundo en queja e en tribulación:

los nuestros regidores son d’ello ocasión;

e así crescen los males -además muchos son-,

ca cobdicia les ciega todo su corazón.

Los físicos lo dizen, si bien me viene miente:765

si la cabeza duele, todo el cuerpo es doliente;

e agora, ¡mal pecado!, hoy es este acidente,

ca nuestro mayoral en todo mal se siente.

El obispo de Roma, que papa es llamado,

que Dios por su vicario nos hobo ordenado,770

el logar de Sant Pedro a él fue otorgado,

está cual lo vos vedes, ¡malo nuestro pecado!

Leemos que después que Sant Pedro murió,

el logar que tenía tomar nunca osó

el mártir Sant Clemente, ca él non se sintió775

tan digno para ello: por ende se apartó.

E otros dos primeros hobieron el logar

de aquesta vicaría cuales podré nombrar:

Lino e Anacleto que fueron bien usar

e en santo martirio hobieron de acabar.780

Después d’ellos Clemente tomó la vicaría:

ordenó muchos bienes que duran este día;

de morir coronado hobo postrimería:

esta trae entre ellos la su santa porfía.

Agora que el papadgo es puesto en riqueza,785

de le tomar cualquiera non toman grant pereza;

maguer que sean viejos, nunca sienten flaqueza,

ca nunca vieron papa que muriese en pobreza.

En el tiempo muy santo non podían haber

uno que este estado se atreviese tener;790

agora, ¡mal pecado!, l’ podedes entender

do se dan a puñadas quién podrá papa ser.

El uno dize: «En Roma, do era ordenado,

de todos cardenales por papa fui tomado

e después, solepnemente, por ellos coronado;795

rescibieron de mi mano el cuerpo de Dios sagrado».

Dizen los cardenales otrosí su entinción:

«Non fue, como debía, fecha la elección,

ca hobo en ella fuerza e pública imprisión,

que segunt los derechos non vale con razón».800

Repite el primero que fue puesto así:

«Después d’esto en Roma de todos vos oí

llamarme Padre Santo, e de vos rescebí

muchas suplicaciones que vos libré allí.

Si la elección era ninguna e contra derecho,805

serié reteficada sólo por este fecho,

ca nunca vos yo di ningunt prescio nin pecho:

vos solos me nombrastes por el vuestro provecho».

Dizen los cardenales que todo esto pasaba

el grant temor e miedo que en ello duraba;810

el capítulo si quis así lo declaraba,

e in nomine Domine muy más lo afirmaba.

Con estas malas porfías anda mal perdimiento

en estado tan santo, que es todo fundamiento

de nuestra fe católica, e cávanle el cimiento815

soberbia e cobdicia que non han escarmiento.

Los príncipes, que debrían tal caso adobar

con sus buenas maneras que pudieran tomar,

tomaron luego bandos e fuéronse armar:

unos llaman Sansueña e otros Trasfalgar.820

Ya fueron otros tiempos por los nuestros pecados

cismas e grandes males; mas fueron acordados

por tener ý los reyes sus consejos loados,

e después por concilio libraron los perlados.

Dios quiera por su gracia cedo nos acorrer:825

hayamos un perlado que quiera mantener

en justicia el mundo, e no s’ vaya a perder,

e en paz e en concordia podamos fenecer.

Aquí estorbaron mucho algunos sabidores

por se mostrar letrados e muy disputadores;830

fizieron sus cuestiones como grandes dotores:

por esto la Eglesia de sangre faz sudores.

Los moros e judíos ríen d’esta contienda

e dizen entre sí: «Veredes qué leyenda

tienen estos cristianos, e cómo su fazienda835

traen bien ordenada: ¡así Dios los defienda!

E dizen cada día a nos que nos tornemos

a aquella su ley santa e que la adoremos;

e como la ellos guardan cuidan que non lo vemos:

por ende nos cuidamos que lo mejor tenemos».840

E por nuestra ventura hoy así para esto:

contra nos son paganos en fabla y en gesto,

por nuestras malas glosas ellos niegan el testo:

así se vierte el agua, tomándola en cesto.

La nave de Sant Pedro está en grant perdición845

por los nuestros pecados e la nuestra ocasión;

acorra Dios aquí con la su bendición,

que...